28.9.05

27._ Único

¿Es pues un dios mítico el Dios de los israelitas? Indudablemente, a juzgar por los relatos de la Biblia, tiene a menudo todas sus características; como podía esperarse, puesto que Israel es un pueblo de la historia humana, como todos los demás. Pero, ¿hay algo más en ese Dios? Nosotros creemos que sí, basándonos en los mismos textos bíblicos.
Creemos que la revelación y el mensaje del Dios trascendente están contenidos en el Antiguo Testamento, como una armonía oculta en medio del "ruido humano"; que sólo es percibida por quien escucha con atención y sabe "filtrar" esos ruidos perturbadores. Sin embargo, cuando ello se advierte, queda claro que el mensaje y los rasgos del Dios verdadero no son secundarios ni marginales, sino aspectos centrales y destacados de los escritos bíblicos.

El Dios de Israel no es un dios entre otros dioses; no convive, ni lucha, ni pacta, ni domina o es dominado, ni emparenta, ni se relaciona, con otros dioses de Israel ni de otros pueblos. Es un Dios enfáticamente único, celoso, que abomina de esos "ídolos". Tampoco admite figuraciones ni representaciones de Sí, cualquiera sea su índole; ni tolera que su nombre santo sea pronunciado con ligereza. Ningún hombre puede ser capaz de "ver" su rostro, ni de mantenerse en su presencia.
Creemos que estas características son revelaciones de la trascendencia; ningún dios mítico es así de "único"; ningún dios mítico es tan irrepresentable para el conocimiento humano; pero la Novedad Última, ¿no es el "todo" y la "unidad" misma?, ¿no es la emergencia de lo que no puede concebirse desde los niveles anteriores?, ¿no es el fin completo y absoluto de las tendencias éticas y estéticas humanas, que como tal no admite alternativas, alteraciones, o estancamientos parciales e intermedios?